En Babia hay un párroco que declama las misas en veinte minutos. Veinte minutos cronometrados, incluyendo credo, liturgia y homilía. La facción más beata de su grey sale algo enfurruñada, persuadida de que, desahuciado el latín, le han robado la fe y la cartera. Sin embargo, en estos tiempos donde uno pone el telediario y no sabe cuándo acaba, a mí me parece un cura ejemplar. No diré que despierta pasiones, pero sí que recita salmos hermosos. Palabras antiguas resonando en el templo. Para un agnóstico como yo, esas parábolas mezcladas con incienso poseen una belleza salomónica. Lo cierto es que este cura lacónico, que con el tiempo se ha vuelto algo desabrido, también es capaz de prestar su voz a misas plúmbeas y agotadoras. Suelen coincidir con las fiestas patronales y con el hecho de que, atraídos por la romería, los fieles se congregan a centenares. A esas misas vernáculas esos fieles, de todas las edades y condiciones, acuden a pie con una vela en la mano. Los más correosos se dejan los zapatos en casa y visten ropas de luto. Los más suspicaces, que no son pocos, dicen que la duración de las misas es efecto de las colectas silenciosas. Se llaman así porque los donativos deben ser en papel, para evitar la ignominia de las monedas. Yo, como sólo doy limosnas a los pobres, nunca suelto ni un euro. Por eso no entro a criticar si existe o no afán de lucro. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, y vaya esto a su vez para los hijoputas que lapidan. Sea como sea, las misas y los discursos largos, sobre todo si hay reclinatorios, siempre me provocan desconfianza.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
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¡Glub...!
ResponderEliminarMejor no digo nada... (la última parte me ha acojonado...)
Hey...que hay curas buenos...digo yo!
ResponderEliminarConocí a un párroco que solía decir que "los largos sermones, mueven más los culos que los corazones", y lo decía así, en verso, cura castizo donde los haya, refiriéndose al nerviosismo y la necesidad de cambiar continuamente de postura que ataca al buen feligrés cuando la homilía se pasa de rosca en el minutero.
ResponderEliminarEn cuanto a los curas buenos, hace unos meses tuve ocasión de hablar por tf. con el padre Jony y me pareció muy buen chaval.
Algún otro habrá por ahí,digo yo, que se salve de la quema... Una expresión que me ha venido muy al pelo :-D
Perdón por la extensión, es mi primer comentario de hoy. A medida que pasa el día los voy haciendo más cortos, hasta llegar al escueto "muy bien" de los últimos de la noche.
Me ha gustado tu sitio, por aquí vendré otro día a "calistrear" los rincones :-) Saludos!
Saludos, Ana! Pásate cuando quieras y no te preocupes por la extensión de tus comentarios, que son bienvenidos.
ResponderEliminarLos 'Paters' babianos siempre han sido como jinetes del Apocalispis, no sé si Now, pero parecido. Me ha hecho gracia el post, y me animo a dejar comentario, hace tiempo que te sigo. Enhorabuena, me gusta mucho tu estilo. Te invito, tímidamente, a mi nuevo blog: nostalgiayeso.blogspot.com. Saludos.
ResponderEliminarGroucho: me gustó tu artículo sobre el carbón. No pude dejar comentario alguno, porque no sé qué jodido troyano me hace la vida imposible con google. Un abrazo
ResponderEliminarPues cuando el troyano dispense visita y comentario, por ahí andaremos. Entre tanto nos visitaremos. Un placer será y ha sido.
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