martes, 12 de abril de 2011

Enemigos

A veces me pregunto cómo he conseguido a lo largo de mi vida hacerme con tantos enemigos. Lo curioso del caso es que muchos de ellos, a pesar de lo que me dictaba mi conciencia (o precisamente por eso), me los he granjeado por obrar con rectitud. No me estoy refiriendo a enemigos más o menos banales, furtivos o gaseosos, rivales de alcoba o vecinos con cara de malas pulgas: hablo de indeseables que me llamaron a casa de madrugada, me enviaron bultos sospechosos al trabajo o me amenazaron con partirme las piernas. Gente que, en una ciudad tan pequeña, a veces me encuentro por la calle y, desde un iris del color de una sopa fría, me miran con una mirada vitrificada por el odio. Sí, admito que yo también he mirado así a otros seres humanos, especialmente cuando van en coche o sonríen con suficiencia en restaurantes pudientes. Incluso he pensado en hacer expediciones nocturnas empuñando un cuchillo con mango de carey. Pero siempre acabo pensando en esa frase que soltaba Clint Eastwood en Sin Perdón (“matar a un hombre es muy duro, le despojas de todo lo que es… y de todo lo que podría llegar a ser”) y acabo por retirarme a la cueva. No sé, puede que mi principal enemigo esté dentro de mí: ese tipo que intenta caminar por el mundo apretando entre los labios una brizna de honestidad. Qué gilipollez. Tal vez por eso me gusten las bebidas refrescantes con un fondo amargo… y los hielos que flotan en él con forma de bala.

7 comentarios:

  1. ¡Qué gran frase la de Eastwood! Y mira que es obvia y de perogrullo, pero qué gran verdad. A veces, las cosas ramplonas, dichas en el momento apropiado suenan con la brillantez de los versos sublimes.

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  2. "Alégrame el día" Esta es mi favorita. :)

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  3. Un tipo lacónico, Eastwood, pero bueno...también rodó Bird.

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  4. Crees que de no ser padre-hija podríámos ser enemigos?

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  5. Identificación total. Me gusta mucho tu blog _tus textos_ A veces la soledad es tan necesaria para pasearse con calma, entornando los párpados y agitando las pestañas, que una no se da cuenta hasta que de pronto se descubre en la terraza, _grillos de fondo, la depuradora en marcha_ y devorándole las letritas a otro. :)

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