lunes, 3 de mayo de 2010

Esta mañana

Pensaba hablar sobre mi viaje a Nueva York, pero esta mañana fui testigo de algo terrible, una de esas cosas que te dejan tocado de verdad . Desde la oficina, que da a la calle, nos llegó una furia de gritos amenazadores, de palabras groseras y sucias, y alguien vio tras la ventana cómo un tipo la emprendía a puñetazos con una chica que pasaba por la acera. Salí al hall y abrí la puerta exterior, no porque me considere un valiente, sino por una reacción puramente instintiva. En ese momento, vi pasar en dirección contraria a un cerdo rabioso lanzando injurias con la ventanilla bajada, mientras aceleraba por la avenida en un trasto de coche. Tenía pinta de gañán, de baboso con cerebro de guisante, de hijoputa con papada de batracio. Unos metros más adelante una chica arrodillada en mitad de las baldosas sangraba por la nariz y a su lado había una niña de unos seis años, delgada, preciosa, con una carpeta bajo el brazo y una mochila pequeña al hombro. La niña. Lloraba sin atreverse a acercarse a su madre y apenas me dirigió la mirada cuando le pregunté si la podía ayudar en algo, que si quería que llamase a la policía. En cuanto oyó mis palabras me miró asustada, se incorporó y se alejó tambaleándose, lo más rápido que pudo. No voy a olvidar a esa niña que llevaba una coleta de pelo largo y rubio, y unas medias de lana, que lloraba silenciosamente mientras cogía a su madre por el codo.
La calle estaba llena de gente, eran las diez de la mañana y había una parada de autobús donde se congregaban al menos media docena de personas. Nadie movió ni un dedo.

5 comentarios:

  1. Instintivo o no, creo que mi impulso natural haría lo mismo que el tuyo, la sociedad está impetérrita, normal, se disipa la frontera entre la violencia virtual, parece que los titulares periódisticos lejos de concienciar con estos temas, acercan esa realidad hacia una aceptación y una cotidianeidad.
    me encanta como está escrito el relato.
    un saludo.

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  2. Saludos...qué decir, comparto todo lo que dices.

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  3. Welcome home, Miguel. Y sí, en casos así no hay alternativa: hay que actuar. Esperamos expectantes tu artículo sobre New York.

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  4. La mayoria de malnacidos lo son porq se les permite. Pararles los pies, a veces, seria suficiente. Lo malo es q a nadie le importa, hasta q le llega, y entonces suele ser tarde. (Perdon por la ausencia de tildes, es q no tengo)
    Bienhallado o bienvenido, no se, es q es muy tarde.

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  5. Me has roto un poco el corazón con tu relato... veo en mi mente a esa niña, y se me parte todo...
    Lo triste es que tu actitud no es la habitual, lo "normal", lo que dicta la sensatez y la bondad más básica. No existe empatía ni compasión en la calle. Sólo en las bocas de aquellos a los que se les llenan los carrillos con palabras huecas...
    Mi solidaridad con esa mujer y esa niña.
    Mi agradecimiento para ti.
    Un saludo!

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