sábado, 22 de octubre de 2011

Soez

Luis me confesó que en una ocasión, estando en un centro comercial donde no se veía ni un alma, se tiró un pedo horroroso. En ese instante, como por arte de birlibirloque, surgió a su lado una vendedora que, de modo inexplicable, le sonrió con candor. El olor tibio y hediondo del pedo los envolvía nocivamente, pero a pesar del tufo la chica permaneció impasible. Una verdadera profesional, apostilló Luis. Estos chismes sórdidos y banales, relacionados con nuestra naturaleza carnal, nunca me han sublevado. Más bien me han suscitado una reacción aprobadora, como si fueran detalles de la luz que ilumina por dentro a los hombres. Yo le conté que en mi adolescencia, tras soportar los reproches de mi madre, fui a una zapatería de lujo a comprarme unos playeros y que, después de mostrar unos calcetines con tomates, le aclaré a la señorita que no me importaba calzar un número mayor, pues me daba pereza cortarme las uñas de los pies. María Jesús, que está leyendo mi novela, sostiene que el protagonista es bastante piltroso. Diría que me recuerda un poco a ti, me dice con malicia. Es posible que en lo soez haya un punto de lamento inaplazable, le respondo yo.

4 comentarios:

  1. Muy bueno y cierto "un punto de lamento inaplazable" ...jajaja
    Creo que hasta la señora más fina y elegante o caballero de protocolo 100% no se han salvado de algun momento así..
    Bien mirado..lo soez forma parte de la vida, como las heces que descargamos cada mañana pero que rápidamente olvídamos...no sé si pueda parecer una chorrada(para mi, no), pero una soez allá a las mil nos recuerda quién somos...

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  2. Suscribo punto por punto lo que dices, May, ja, aj...Un saludo cordial!

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  3. En nuestro afán de alejarnos del dolor, de lo feo, de lo natural, estamos consiguiendo vivir en un parque temático, donde pasamos adormecidos por un ocio artificiosamente ideal,feliz y...letal.

    Hay que hacer apología de la vida, del dolor y fealdad que que es consustancial a la misma y a la felicidad.

    Me encanta el texto de presentación de tu blog.

    saludos.

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  4. Absolutamente de acuerdo, por mucho que Boris Vian escribiera aquello de "que se mueran los feos".

    Un abrazo grande!

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