Cuando caminas por la calle, a tu espalda queda un mundo entero y vivo que no estás viendo. Si vuelves sobre tus pasos, creas otro igualmente invisible. Es inquietante y, sin embargo, la nostalgia reside en esa secuencia: cuando regresas a las casas de tu infancia que fueron derrumbadas y reemplazadas por edificios de apartamentos, cuando te marchas y les das la espalda, esas casas siguen ahí.
viernes, 27 de febrero de 2009
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En un cuento q leí, una princesa iba dejando a su paso, tras de sí, montones de flores... pero nunca lo supo.
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