miércoles, 13 de mayo de 2009

Por majadero

Terminaba de bajar del vagón y estábamos los dos en el andén, incapaces de decirnos nada. Yo llevaba la bolsa al hombro y no podía dejar de mirarla. "Estás más delgado", me dijo". "Eso es porque me echas de menos", le respondí con una sonrisa. Pretendía ser un juego de palabras, un chiste conceptual. Ella tardó un minuto en percibirlo, pero luego, girando sobre sus zapatos – sobre sus maravillosos, fetichistas tacones de aguja -, me dio la espalda y se marchó.

2 comentarios:

  1. A menudo metemos la pata hasta el fondo. Y, a veces, alguien se da cuenta.

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  2. Hablando de trenes, deberiamos empezar a plantearnos la idea de que vosotros viajasesi en regional express y yo en alvia.
    no?

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